Indecisa y vacilante así a veces está mi musa. Atiborrada de pensamiento y cuestiones pero sin saber por donde empezar, con ganas de plasmar todo bajo las letras y los tachones pero sin un impulso por el cual despegar. Hoy, por lo menos, es uno de esos días en los que no termino de organizar las ideas, pero es justo ahí cuando sé que algo profundo viene. No se que sentimiento sacar a flote hoy, si la alegría, la tristeza, la cacorrería o la rabia. Seguramente muchas se sentirán identificadas conmigo y más que todo, si estamos en esos días del mes donde nos volvemos inmamables, hasta con nosotras mismas, literal. Creo que la 'Yo' profunda es quien saldrá hoy a escribir. Lo decidí porque he estado analizando el comportamiento del ser humano en los últimos días, sin ser algo más allá que un hobbie y algo que he descubierto que se me da muy bien, y me he dado cuenta que todos estamos, no solo donde queremos (como nos han hecho creer) si no, donde podemos estar. Esto creará un poco de controversia porque muchas veces hemos escuchado la frase "nadie esta donde no quiere estar". Pero... Al igual que la risa del Joker, película que indiscutiblemente ha sido la mejor del año, muchas de las cosas que pasan en nuestra vida son involuntarias, producto de algo que está dentro de nuestra mente o nuestro cerebro y que más allá de querer hacer algo por detenerlo, se nos vuelve imposible e incluso frustrante. Es por eso que en ocasiones va más lejos de lo que queremos y pasa a ser lo que podemos. Ya sé que mi punto de vista aún no está claro, y creo que es más confuso de lo que parecía en la mente. Por ejemplo, hoy mirando por la ventana del carro veía unos insectos que se conocen como “lovebug“ o ”insecto del amor” se caracterizan por siempre emprender sus viajes pegados el uno al otro. Independientemente de lo que quieran su naturaleza los destinó a ser así, a estar así, así pasa con muchas situaciones en la vida.
A lo que quiero llegar es, que hay personas que están amarradas a algo, ya sea trabajo, relación, estado o incluso cosa, porque así su mente se los dicta. Quizá estén luchando internamente con eso pero sus fuerzas externas no le permiten desprenderse.
En la película, el protagonista en su intento por detener su incontrolable y amenazante risa lo que lograba era hacerlo más fuerte y más doloroso para el mismo. Sin embargo, quien lo veía no entendía que pasaba y él mientras tanto, seguía en su lucha. Una lucha desesperante y molestosa, más para el, que para quien lo escuchaba.
Entonces aquí viene mi reflexión de hoy. En ocasiones nos queremos tomar el puesto de juez y señalador sin descubrir ni escudriñar a fondo que pasa tras una acción, comportamiento o incluso decisión de una persona. Más allá de juzgar a quienes vemos desde la tribuna, tomémonos el trabajo de analizar que está pasando, o que pasó para que ese jugador ahí abajo haya llegado a ese mal momento. Y que es lo que lo ata a esa situación dejándolo inmóvil y sin suficiente autoridad para despegar.
Pregúntate a ti mismo que puedes hacer, sin invadir los espacios a los que no te han permitido llegar. Y si por el contrario eres tú quien se encuentra inmerso en esa situación que ves oscuro y quizá sin una salida fácil que tomar. Date el tiempo y el espacio de analizarte despacio, analizarte bajo tu sombra, tus desconfianzas. Conocer eso que creías conocer en ti y ahora te das cuenta que no tenías ni idea. Fortalece tus debilidades y has de ellas tu mejor arma para batallar cuando sientas que caíste.
Usa eso que te atemoriza a tu favor, y afianza en tu vida aquello que sabes que se puede volver tu balsa en momentos en los que no tengas fuerzas para nadar.
Hablo desde adentro y, aunque con poca autoridad en el tema, con total convencimiento de que lo que escribo es real. Entendiendo que cada palabra pueda llegar a diferentes personas, de diferentes maneras. Cabe resaltar que es mucho más fácil escribirlo en un momento de calma que aplicarlo en esos momentos donde la tormenta llega. Sin embargo, el hecho de saber esto como realidad hace que sea más fácil entender cada situación o momento por el que pasas en la vida.
Por otro lado, otro de los protagonistas de este blog, son las famosas redes sociales, las cuales se han vuelto, un arma letal que ha logrado alzar los estándares y las exigencias a un nivel tan alto que puede ser perjudicial para la salud mental e incluso física. Y aunque parece no tener un hilo conductor entre el Joker o lo que quería decir, déjame explicarte porque lo anexo. El Joker, era un payaso, su vida giraba entorno a divertir a los demás, hacerlos reír y olvidar sus problemas. Olvidando y descuidando a su espectador más importante. Justo como muchas veces hacemos con los seguidores de las redes. Alimentamos más lo que ellos quieren ver descuidando lo que realmente nosotros mismos necesitamos ver.
He visto como muchas personas se desviven por conseguir un contenido que llegue a otros sin antes analizar si eso hace hincapié en su vida. Luchan por conseguir su mejor versión virtual sin armonizar primero lo que no se ve en la web. No están mal las redes, no está mal subir fotos, vídeos o cualquiera cosa que se permita. De hecho, disfruto hacerlo. Pero no podemos permitir que eso sea lo que controle nuestra vida, nuestras emociones y nuestras decisiones. Debemos tener tiempo desconectados, tiempos para nosotros, tiempo en el que no sintamos necesario publicar lo que hacemos. Además y para finalizar debes entender que todo lo que haces en redes repercute en tu vida, y en la vida de quienes te ven. Así que debes entender el internet con completa responsabilidad y conciencia de lo que haces en él.
En fin... seamos responsables con nuestros comentarios, nuestras decisiones y sobretodo con los juicios que hacemos ante las demás personas. No sabemos a que Joker estamos hundiendo en una tumba con nuestros comentarios o dictámenes.
Los leo...
DEP
ความคิดเห็น